Remojar un centavo de cobre en jugo de limón hace que un centavo viejo parezca nuevo. El jugo de limón elimina el recubrimiento de óxido de cobre. Agregar sal al jugo de limón limpiará el centavo más efectivamente. Este simple experimento es una manera fácil de demostrar algunos principios científicos básicos sobre la oxidación y las reacciones químicas a los niños.
Cómo limpiar un centavo
Coloque un centavo en una taza o tazón no reactivo. Cubra el centavo con aproximadamente una pulgada de jugo de limón. El jugo de limón embotellado o recién exprimido funcionará. Espere cinco minutos, luego retire el centavo del jugo de limón. El centavo se limpiará cuanto más tiempo permanezca en la solución. Límpielo con una toalla de papel blanco. Cualquier recubrimiento sucio restante, que en realidad es óxido de cobre, se frotará como una mancha naranja en la toalla de papel, dejando el centavo limpio y brillante.
Óxido de cobre
Mientras que el recubrimiento en un centavo oscuro puede verse como la suciedad, en realidad es un compuesto químico llamado óxido de cobre. El cobre en los centavos se combina con el oxígeno en el aire para crear un nuevo compuesto, el óxido de cobre. La cantidad de óxido de cobre en los centavos variará dependiendo de cómo se hayan almacenado, qué edad tienen y cuánto cobre hay en los centavos. Los centavos acuñados entre 1962 y 1982 funcionan bien para este experimento, ya que contienen 95 por ciento de cobre y han estado en circulación el tiempo suficiente para acumular una capa de óxido de cobre.
Ácido cítrico
Una solución ácida debilita el enlaces que se formaron entre los átomos de cobre y oxígeno para crear el óxido de cobre. El ácido cítrico, contenido en el jugo de limón, es un ácido débil que romperá esos enlaces. El experimento se puede repetir con otros ácidos, como el vinagre. El ácido fosfórico que se encuentra en algunas gaseosas también disolverá el óxido de cobre.
Agregue sal
La efectividad del jugo de limón para disolver los enlaces puede mejorarse agregando sal al jugo. Agregar sal de mesa o cloruro de sodio al jugo de limón crea una reacción química que aumenta la cantidad de iones de hidrógeno libres en la solución. Esta mayor ionización aumenta la fuerza del ácido, lo que le permite eliminar el óxido de cobre más rápido y más completamente de lo que se puede hacer con el jugo de limón solo.