Algunas moléculas responden a pulsos de luz externos cambiando su estructura y manteniendo ciertos estados que pueden cambiar de uno a otro. Estos se denominan comúnmente fotointerruptores y suelen tener dos estados posibles. Sin embargo, recientemente, científicos del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Academia Checa de Ciencias (IOCB Praga) han desarrollado una molécula que lleva las posibilidades de los fotointerruptores un paso más allá.
La nueva molécula se puede cambiar no entre dos sino entre tres estados distintos. Esto le da la capacidad de contener información mucho más compleja en su estructura molecular de lo que ha sido posible hasta ahora. Un artículo sobre el tema, en coautoría con Ph.D. El estudiante Jakub Copko y el Dr. Tomáš Slanina, ha sido publicado en Chemical Communications. .
Aunque los científicos sabían que moléculas similares podrían entrar en un tercer estado, optaron por no estudiarlo. El razonamiento fue que no podían mantener el control sobre las transiciones entre las formas moleculares individuales y que la presencia de una tercera forma sólo complicaba el comportamiento de las moléculas. Ahora, los investigadores del grupo dirigido por el Dr. Slanina han superado este obstáculo.
"Podemos cambiar las moléculas de forma precisa y selectiva entre tres estados como queramos", afirma uno de los autores del artículo, Jakub Copko.
Los cambios estructurales en los fotointerruptores suelen manifestarse como alteraciones de sus propiedades macroscópicas. Cuando una molécula se expone a una luz de determinados parámetros puede, por ejemplo, cambiar de color, lo que puede incluso ser visible a simple vista. Por ejemplo, el azul puede convertirse en amarillo y viceversa, y los dos colores pueden tratarse como ceros y unos, respectivamente. De este modo, las moléculas individuales funcionan como bits de memoria y además son fáciles de leer.
"Sin embargo, existe una diferencia:gracias a su minúsculo tamaño, pueden almacenar un orden de magnitud mayor de información que los chips basados en silicio", afirma el Dr. Slanina. "Todo esto funciona sólo con fotointerruptores que sean lo suficientemente estables como para no cambiar espontáneamente entre estados individuales en ausencia de luz."
"Este era el requisito que hasta ahora era tan difícil de cumplir, por lo que los expertos ni siquiera habían intentado lograr una transición a un tercer estado dentro de una molécula. Esto sólo es posible gracias a nuestro descubrimiento actual."
Más información: Jakub Copko et al, El fotocromismo impulsado por la multiplicidad controla los fotointerruptores de fulgimida de tres estados, Comunicaciones químicas (2024). DOI:10.1039/D3CC05975H
Información de la revista: Comunicaciones químicas
Proporcionado por el Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Academia Checa de Ciencias (IOCB Praga)