La difusión ocurre cuando el movimiento molecular aleatorio hace que las moléculas se muevan y se mezclen. Este movimiento aleatorio está impulsado por la energía térmica presente en el entorno. La tasa de difusión, que hace que las moléculas pasen naturalmente de una concentración alta a una concentración baja en busca de una distribución uniforme o "equilibrio", depende de varios factores.
Moléculas en movimiento
Seis las condiciones físicas y ambientales rigen la tasa de difusión. Cuatro de estos son aplicables a todos los tipos de difusión, y dos se aplican solo a la difusión a través de una membrana. La masa de las moléculas es un factor importante, porque las moléculas más pequeñas tienen una velocidad aleatoria más alta para una temperatura ambiente dada, y las velocidades aleatorias más altas corresponden a una difusión más rápida. De manera similar, la temperatura ambiente afecta la difusión porque las temperaturas más altas conducen a velocidades aleatorias más altas. Las moléculas que se difunden fluyen desde una concentración alta a una concentración baja, y la velocidad de difusión aumenta cuando la diferencia en la concentración es mayor. La velocidad de difusión disminuye, sin embargo, cuando las moléculas deben viajar una distancia más larga en su búsqueda de equilibrio.
Los dos factores que son particulares a la difusión a través de una membrana son el área de superficie y la permeabilidad. Una membrana con menor área de superficie o menor permeabilidad impedirá el movimiento molecular y, por lo tanto, provocará una difusión más lenta.