El microscopio es una de las herramientas más importantes del microbiólogo. Fue inventado en el siglo XVII cuando Anton van Leeuwenhoek se basó en un modelo simple de tubo, lupa y platina para realizar los primeros descubrimientos visuales de bacterias y células sanguíneas circulantes. Hoy en día, la microscopía es esencial en el campo de la medicina para realizar nuevos descubrimientos celulares, y los tipos de microscopios se pueden clasificar en función de los principios físicos que utilizan para generar una imagen.
Microscopios de luz
Algunos de los ámbitos más comunes que se encuentran en los laboratorios usan luz proyectada visible para iluminar y magnificar un objeto. El alcance más básico de la luz, un microscopio estereoscópico o de disección, permite ver todo un organismo a la vez y muestra detalles como las antenas de una mariposa con un aumento de 100x a 150x. Los alcances compuestos, utilizados para obtener mayores detalles celulares, contienen dos tipos de lentes que funcionan para magnificar organismos unicelulares de 1000 a 1500 veces. Más especializados son los microscopios de campo oscuro y contraste de fase, que dispersan la luz para capturar no solo las células vivas, sino también las partes celulares internas, como las mitocondrias.
Microscopios Fluorescentes
El microscopio fluorescente o confocal usa radiación ultravioleta luz como fuente de luz. Cuando la luz ultravioleta golpea un objeto, excita los electrones del objeto, emitiendo luz en varios colores, lo que puede ayudar a identificar las bacterias dentro de un organismo. A diferencia de los ámbitos compuesto y de disección, los microscopios fluorescentes muestran el objeto a través de un agujero confocal, por lo que no se muestra una imagen completa de la muestra. Esto aumenta la resolución apagando la luz fluorescente externa y construyendo una imagen tridimensional limpia de la muestra.
Microscopios electrónicos
La fuente de energía utilizada en el microscopio electrónico es un haz de electrones. El haz tiene una longitud de onda excepcionalmente corta, y aumenta la resolución de la imagen de manera significativa sobre microscopía de luz. Los objetos enteros están recubiertos de oro o paladio, que desvía el haz de electrones, creando áreas oscuras y claras como imágenes tridimensionales vistas en un monitor. Se pueden capturar detalles como las intrincadas capas de sílice de las diatomeas marinas y los detalles de la superficie de los virus. Tanto los microscopios electrónicos de transmisión (TEM) como los microscopios electrónicos de barrido más nuevos (SEM) pertenecen a esta categoría especializada de microscopía.
Microscopios de rayos X
Como su nombre indica, estos microscopios usan un rayo de rayos X para crear una imagen. A diferencia de la luz visible, los rayos X no se reflejan ni refractan fácilmente, y son invisibles para el ojo humano. La resolución de la imagen de un microscopio de rayos X cae entre la de un microscopio óptico y la de un microscopio electrónico, y es lo suficientemente sensible como para determinar la ubicación individual de los átomos dentro de las moléculas de un cristal. A diferencia de la microscopía electrónica, en la que el objeto se seca y se fija, estos microscopios altamente especializados son capaces de mostrar células vivas.