La evaporación se produce cuando las moléculas cercanas a la superficie de un líquido adquieren suficiente energía para romper las fuerzas de atracción que las atraen hacia otras moléculas en el líquido. Adquieren esta energía porque las moléculas en los líquidos se mueven constantemente y chocan entre sí. Cuando chocan, intercambian energía. Sin embargo, el intercambio no siempre es igual; a veces una molécula recibe mucha más energía de la que pierde y "rebota" en el aire de arriba. Detener la evaporación es una cuestión de restringir la energía disponible para el agua y reducir su exposición al aire seco.
Enfriar el agua o limitar su exposición al calor manteniéndola a la sombra, añadiendo hielo o enfriando con tubos refrigerados. Esto reduce la energía cinética disponible para las moléculas de agua, lo que ralentiza la tasa de evaporación. Con un gran cuerpo de agua puede hacer esto plantando árboles alrededor del perímetro o estirando un toldo que proporciona sombra sobre el agua.
Mantenga el agua en un recipiente con la menor área de superficie posible. Solo las moléculas cercanas a la superficie pueden evaporarse, por lo que cuanto menor sea el área superficial, menor será la tasa de evaporación. Los recipientes que son profundos y estrechos o en forma de botella son los mejores para esto.
Si es posible, coloque una cubierta sobre la superficie, ya sea una tapa rígida o una cubierta flotante como la que se usa en las piscinas. Esto limita el contacto de la superficie con el aire o crea una bolsa de aire atrapado sobre el agua. Esto pronto se vuelve denso con moléculas de vapor de agua y no aceptará otras moléculas tan fácilmente.
Reduzca el flujo de aire sobre el agua colocando cortavientos como setos o árboles a su alrededor. Cuando el agua se evapora, forma una capa húmeda de aire sobre la superficie, lo que reduce la capacidad del aire para aceptar más moléculas de agua del líquido. El aire en movimiento extrae vapor de agua del área sobre la superficie del agua y lo reemplaza con aire más seco, lo que aumenta la evaporación.
Vierta en el agua un líquido impermeable y flotante, como aceite vegetal. Una fina capa de aceite flotará en la superficie y evitará que las moléculas de agua entren en contacto con el aire. Sin embargo, en muchas circunstancias no es apropiado usar aceite. En estos casos, use un compuesto especial antievaporación que no sea nocivo para el medio ambiente.