Este dinosaurio de juguete fue pintado con un nuevo tipo de color estructural no iridiscente. Crédito:Dongpeng Yang
Colores estructurales, como los que se encuentran en las alas de algunas mariposas, plumas de pájaros y lomos de escarabajos, resisten la decoloración porque no absorben la luz como los tintes y pigmentos. Sin embargo, la iridiscencia que realza su belleza en la naturaleza no siempre es deseable para algunas aplicaciones, como pinturas, pantallas a color o tintas de impresora. Ahora, Los investigadores han desarrollado un nuevo método para producir colores estructurales que no cambian con el ángulo de visión. Informan sus resultados en ACS Omega .
Los tintes y pigmentos absorben y reflejan longitudes de onda particulares de luz visible, haciendo que aparezcan del mismo color que la luz reflejada. A diferencia de, los colores estructurales no absorben la luz sino que la reflejan de estructuras microscópicas, como las escamas del ala de una mariposa. Las longitudes de onda de la luz reflejada dependen de la orientación del objeto y del ángulo del espectador, causando el brillo, efecto de cambio de color de la iridiscencia. Previamente, Los científicos descubrieron que podían producir colores estructurales no iridiscentes al reflejar la luz de microestructuras menos ordenadas. pero sus métodos tienen limitaciones prácticas. Dongpeng Yang, Shaoming Huang y sus colegas de la Universidad Tecnológica de Guangdong querían desarrollar una forma rápida y sencilla de producir colores estructurales no iridiscentes que pudieran usarse en la impresión en color y para pintar objetos en 3-D.
En su nuevo método, Los investigadores recubrieron partículas esféricas de sílice con una fina capa de óxido de hierro (Fe 3 O 4 ) nanopartículas. Luego colocaron una solución de las partículas sobre una superficie y calentaron las muestras para evaporar rápidamente el líquido. La película resultante contenía partículas muy compactas que carecían del orden de largo alcance necesario para la iridiscencia. Como resultado, las superficies parecían del mismo color independientemente del ángulo del espectador. El color podría controlarse utilizando diferentes tamaños de partículas de sílice. El equipo demostró que podían imprimir texto e imágenes y también recubrir un objeto tridimensional (un dinosaurio de juguete) con los colores.
Crédito:Sociedad Química Estadounidense