Un cristal es un estado sólido de la materia que contiene una disposición interna de átomos, moléculas o iones que es regular, repetida y ordenada geométricamente. Los cristales se pueden agrupar por la forma geométrica de su disposición interna o por sus características o propiedades físicas y químicas. Los cristales iónicos son una de las cuatro categorías principales de cristales al agruparlos en función de sus propiedades físicas y químicas.
Fuerza de enlace
Los iones son átomos que llevan una carga positiva o negativa. Las fuerzas electrostáticas entre los iones con carga opuesta que forman el cristal mantienen unidos a los átomos. Las fuerzas de atracción entre los iones de carga opuesta son significativamente más fuertes que las de los átomos neutros y explican las propiedades exhibidas por los cristales iónicos. El cloruro de sodio, más comúnmente conocido como sal de mesa, es un ejemplo de un cristal iónico.
Conductividad eléctrica
Los cristales iónicos son solubles en agua. Cuando se disuelven, los iones que forman el cristal se disocian o separan, liberándolos para que carguen la carga eléctrica a través de la solución. Los cristales iónicos en estado fundido también conducen bien la electricidad. Al igual que disolver los cristales en agua, fundirlos permite que los iones libres se muevan a polos positivos y negativos.
Dureza
La fuerza de los enlaces entre los iones en los cristales iónicos los hace bastante difíciles en comparación con otros tipos de cristales A pesar de su dureza, los cristales iónicos son frágiles. Bajo presión, los iones dentro del cristal que tienen la misma carga se deslizan hacia la alineación. La repulsión electrostática resultante entre iones similares provoca la división del cristal.
Fusión y ebullición
Cuando una sustancia está en su forma sólida, sus átomos están tan fuertemente unidos que permanecen relativamente fijos. posición. Calentar el sólido hace que los átomos se muevan y, aunque permanecen unidos entre sí, los accesorios son más sueltos y el sólido se licua. Calentar un líquido hace que sus partículas finalmente superen los enlaces que las mantienen juntas y el líquido se vaporiza. La temperatura a la cual la presión de vapor es lo suficientemente grande como para causar la formación de burbujas dentro del líquido se llama punto de ebullición de la sustancia. Los sólidos cristalinos puros tienen puntos de fusión y ebullición característicos, propiedades comúnmente usadas para identificarlos. Los cristales iónicos exhiben puntos de fusión y ebullición altos en relación con aquellos con enlaces no iónicos más débiles.
Enthalpies
La entalpía de fusión es la cantidad de calor necesaria para fundir una cantidad específica, llamada mol, de una sustancia sólida mientras se mantiene una presión constante. La entalpía de vaporización es la cantidad de calor requerida para convertir un mol de una sustancia líquida en un estado gaseoso, bajo presión constante. Según Fred Senese, del Departamento de Química de la Universidad Estatal de Frostburg, estas propiedades suelen ser de 10 a 100 veces mayores para los cristales iónicos en comparación con aquellos con enlaces químicos más débiles.