* muestras fósiles: Estos son los restos físicos de los organismos antiguos, como huesos, dientes, conchas, hojas o huellas.
* Ubicaciones fósiles: El lugar donde se encontró un fósil, que puede proporcionar información sobre el entorno en el que vivía el organismo.
* Edad fósil: La edad del fósil, que se puede determinar utilizando varios métodos de datación.
* Morfología fósil: La forma, la estructura y las características del fósil, que pueden usarse para identificar el organismo y comprender su anatomía y evolución.
* Tafonomía fósil: El estudio de los procesos que condujeron a la preservación del fósil, como el entierro, la descomposición y la fosilización.
Además de los datos fósiles, los paleontólogos también recopilan información de otras fuentes, como:
* Datos geológicos: Información sobre las rocas y sedimentos que rodean los fósiles, que pueden proporcionar información sobre el medio ambiente y el clima del pasado.
* Datos bioestratigráficos: Información sobre la sucesión de fósiles en diferentes capas de rocas, que se puede utilizar para fechar rocas y correlacionarlas con otros lugares.
* Anatomía comparativa: Comparando la anatomía de los fósiles con organismos modernos para comprender las relaciones y adaptaciones evolutivas.
Toda esta información se combina para crear una imagen del pasado, permitiendo a los paleontólogos reconstruir ecosistemas antiguos, comprender la evolución de la vida y explorar la historia de nuestro planeta.