1. Transporte Activo:Este proceso implica el movimiento de solutos en contra de su gradiente de concentración, desde un área de menor concentración a un área de mayor concentración. Las proteínas integrales de la membrana conocidas como transportadores o bombas, a menudo llamadas ATPasas, hidrolizan el ATP para generar la energía necesaria para este movimiento cuesta arriba. Los ejemplos incluyen la ATPasa de sodio y potasio, que mantiene los gradientes de iones a través de las membranas celulares, y la ATPasa de calcio en el retículo sarcoplásmico de las células musculares, que bombea iones de calcio de regreso al almacén intracelular.
2. Transporte activo primario:esta forma específica de transporte activo acopla directamente la hidrólisis del ATP con el transporte de solutos. La energía liberada por la degradación del ATP impulsa los cambios conformacionales en la proteína transportadora, facilitando el movimiento de solutos específicos a través de la membrana.
3. Transporte activo secundario (cotransporte o contratransporte):en este tipo de transporte, el movimiento de un soluto a favor de su gradiente de concentración (cuesta abajo) se combina con el movimiento ascendente de otro soluto en contra de su gradiente de concentración. El movimiento cuesta abajo genera una fuerza motriz favorable que ayuda a impulsar el transporte cuesta arriba. Por ejemplo, en el sistema de cotransporte de sodio y glucosa en las células epiteliales intestinales, el movimiento descendente de los iones de sodio a favor de su gradiente de concentración proporciona la energía para el transporte ascendente de glucosa.
4. Transporte vesicular:el transporte vesicular implica el movimiento de sustancias dentro o fuera de la célula dentro de vesículas unidas a membranas. Procesos como la endocitosis (p. ej., fagocitosis y pinocitosis) y exocitosis, así como el transporte de vesículas secretoras y lisosomas, requieren energía en forma de ATP. El ATP se utiliza para la remodelación de membranas, la fusión de vesículas y el movimiento a lo largo de las vías del citoesqueleto.
Estos ejemplos ilustran los diferentes procesos de transporte que requieren ATP. Al emplear la energía proporcionada por la hidrólisis del ATP, las células pueden mantener gradientes de iones esenciales, transportar metabolitos y solutos contra gradientes de concentración y facilitar diversas funciones celulares.