Las bacterias, como todas las células vivas, requieren energía y nutrientes para construir proteínas y membranas estructurales e impulsar procesos bioquímicos. Las bacterias requieren fuentes de carbono, nitrógeno, fósforo, hierro y una gran cantidad de otras moléculas. El carbono, el nitrógeno y el agua se usan en las cantidades más altas. Los requisitos nutricionales para las bacterias se pueden agrupar de acuerdo con la fuente de carbono y la fuente de energía. Algunos tipos de bacterias deben consumir moléculas orgánicas preformadas para obtener energía, mientras que otras bacterias pueden generar su propia energía a partir de fuentes inorgánicas.
Autótrofos y heterótrofos
Algunas bacterias obtienen energía al consumir moléculas orgánicas. Estos organismos son heterótrofos, como los animales y hongos que comen otros organismos. Otros tipos de bacterias producen sus propios alimentos al convertir la energía de la luz, la energía química o las sustancias inorgánicas en energía utilizable que estos organismos unicelulares necesitan para vivir. Estas bacterias de bricolaje son autótrofos, como plantas y algas.
Bacterias que comen compuestos inorgánicos
Algunas bacterias autótrofas, llamadas quimiotrofos, obtienen su nutrición de compuestos inorgánicos. El dióxido de carbono es típicamente la única fuente de carbono celular. Estos autótrofos usan sulfuro de hidrógeno, amoníaco o gas hidrógeno para reducir el carbono en azúcares necesarios. Las bacterias nitrificantes, que oxidan el amoníaco para crear nitritos y nitratos, son un ejemplo de bacterias que usan nutrición autotrófica, o más específicamente, nutrición quimioautotrófica.
Bacterias que consumen compuestos orgánicos
Las bacterias heterotróficas requieren fuentes orgánicas de carbono tales como azúcares, grasas y aminoácidos. Las bacterias saprofitas son un ejemplo. Alcanzan su nutrición de la materia orgánica muerta. Al usar enzimas, estas bacterias descomponen compuestos complejos y usan los nutrientes para liberar energía. Las bacterias saprofitas son descomponedores y juegan un papel importante en el ecosistema al liberar productos más simples que las plantas y los animales pueden usar.
Bacterias que usan la luz como alimento
Las bacterias fototróficas son autótrofos que absorben la energía de la luz, y luego la utilizan en fotosíntesis para crear energía celular. Hay dos tipos de fotótrofos. Los que no producen oxígeno como subproducto se denominan fotótrofos anaeróbicos, mientras que los que sí producen oxígeno se denominan fotótrofos aeróbicos. Las cianobacterias son un ejemplo de bacterias que ejecutan la nutrición fotoautotrófica. Tanto los autótrofos como los heterótrofos pueden ser fotótrofos. Los fotótrofos heterotróficos consumen carbono orgánico además de producir moléculas orgánicas a través de la fotosíntesis.
Bacterias que comen químicos
Estas bacterias obtienen energía química de su entorno y la convierten en trifosfato de adenosina (ATP) para uso celular. Estas bacterias también se consideran quimiotróficos y obtienen energía de las reacciones de oxidación-reducción de compuestos inorgánicos como el amoníaco, el sulfuro de hidrógeno y el hierro. Por ejemplo, las bacterias de azufre son quimioautótrofos que producen energía oxidando el sulfuro de hidrógeno en azufre y agua. Este proceso es una forma de quimiosíntesis.