Los teléfonos celulares son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad, como lo demuestra el número de niños que los transportan a diario. Debido a esto, esto también significa que los niños llevan sus teléfonos celulares a la escuela. Los teléfonos celulares pueden distraer, y los maestros y administradores trabajan para encontrar maneras de evitar que los estudiantes usen sus teléfonos durante la clase.
Mantener ese teléfono apagado.
Los administradores y maestros de la escuela deben elaborar una política que dice que los estudiantes pueden tener teléfonos con ellos en la escuela, pero los teléfonos deben permanecer apagados durante todo el día escolar. Si desea ser un poco más indulgente con los estudiantes, permita que los teléfonos se utilicen durante períodos no educativos, como el almuerzo o entre clases. Deberá incluir en su política una sección que prohíba los mensajes de texto, Internet y el uso de la cámara, ya que la mayoría de los teléfonos actuales son capaces de los tres. Haga su política una política de tolerancia cero; si un estudiante es sorprendido usando su teléfono cuando no debería, el teléfono será confiscado hasta que su padre venga y lo recoja.
Proporcione al personal los teléfonos
Los padres y los estudiantes pueden sentirse ellos necesitan tener sus teléfonos celulares en ellos en caso de un ataque a la escuela, o en otro lugar en el país, para que puedan mantenerse en contacto. Esta es una preocupación válida, pero puede ser reprimida por la administración que proporciona a cada maestro un teléfono en el aula, de modo que si sucede algo, habrá una línea hacia el exterior. Esto ayudará a hacer cumplir la prohibición de su escuela sobre el uso del teléfono celular durante el día escolar, ya que nadie puede decir que necesita acceso externo en todo momento, ya estará allí.
Sistema de puntos
Si está enseñando a estudiantes más jóvenes, puede crear un sistema de puntos que premie a los estudiantes cada vez que recuerden apagar o silenciar sus teléfonos. Al mismo tiempo, este sistema se puede usar en contra de los estudiantes si reciben mensajes de texto o llaman a alguien durante la clase. Agregue los puntos ganados, y reste cualquier pérdida, al final de cada semana o mes, y tenga premios listos para entregar a los estudiantes con el mejor registro. Los premios podrían ser un pase en la tarea de la noche, o podrían ser algo pequeño como un boleto de cine o una delicia en un restaurante local.