Un fagocito es un tipo de glóbulo blanco que protege el cuerpo al ingerir partículas extrañas dañinas, bacterias y otros patógenos, organismo que causa enfermedades en otro organismo. Los fagocitos también juegan un papel crucial en la eliminación de las células muertas y moribundas de su cuerpo. Varias células diferentes en su cuerpo se consideran fagocitos. Los tipos más comunes son neutrófilos y monocitos.
Neutrófilos
Los neutrófilos son los glóbulos blancos más pequeños y abundantes en la sangre. Los neutrófilos poseen un núcleo dividido en 2 a 5 lóbulos. Los neutrófilos obtienen la mayor parte de su energía del glucógeno en el citosol, líquido que se encuentra dentro de las células. Son el componente principal de las células de pus, lo que explica su apariencia blanquecina o amarillenta. La vida media de los neutrófilos no activados es de 5,4 días.
Los neutrófilos trabajan
Los neutrófilos son la primera línea de defensa contra las bacterias que invaden los tejidos y la sangre, lo que significa que es el primer tipo de célula reclutado en sitios de infección. Son de acción rápida, llegando al lugar de la lesión en cuestión de minutos. Los neutrófilos se someten a un proceso llamado quimiotaxis, que les permite llegar al sitio de la infección al dirigir su movimiento de acuerdo con ciertas sustancias químicas en el medio ambiente. Después de alcanzar el patógeno, los neutrófilos lo envuelven y encierran la infección en un fagosoma, un compartimento celular en el cual los microorganismos patógenos pueden ser eliminados y digeridos.
Monocitos
Los monocitos son un tipo de glóbulos blancos y juegan un papel importante en la protección del cuerpo humano contra las enfermedades mediante la identificación y eliminación de patógenos. Los monocitos son bastante variables en tamaño y apariencia. Ellos son los glóbulos blancos más grandes en el cuerpo. El núcleo puede ser redondo o en forma de riñón.
Monocitos de trabajo
Los monocitos se fabrican en la médula ósea, el tejido flexible que se encuentra en el interior de los huesos. Los monocitos circulan brevemente en la sangre durante aproximadamente uno a tres días, luego migran a los tejidos donde se diferencian para convertirse posteriormente en macrófagos. Los macrófagos son un tipo de glóbulo blanco y son responsables de proteger los tejidos de sustancias extrañas.