* Composición terrestre: Los cuatro están compuestos principalmente de roca y metal, a diferencia de los gigantes de gas.
* Tamaño y masa más pequeños: En comparación con los planetas externos, son significativamente más pequeños y menos masivos.
* superficie sólida: Todos tienen una superficie sólida, a diferencia de los gigantes de gas que tienen una atmósfera gaseosa que rodea un núcleo sólido.
* Menos lunas: Tienen pocas o ninguna lunas, a diferencia de los gigantes de gas con sus extensos sistemas lunares.
* más cerca del sol: Naturalmente, se encuentran más cerca del sol que los planetas exteriores.
* Períodos orbitales más cortos: Debido a su proximidad al sol, tienen períodos orbitales más cortos (el tiempo que lleva orbitar al sol).
* menos denso: Son menos densos que los planetas exteriores, en gran parte debido a su composición rocosa.
Si bien estas similitudes son significativas, cada planeta interno tiene sus propias características y características únicas, haciéndolas distintas entre sí.