Los antiguos egipcios llamaron Orion Sah , que significa "el que atraviesa" o "el que cruza". Este nombre refleja el aparente movimiento de la constelación a través del cielo nocturno.
También asociaron Orion con Osiris , el dios del inframundo y la resurrección. Esta conexión surgió del hecho de que el ascenso de Orion coincidió con la inundación del río Nilo, que fue visto como un símbolo de renovación y renacimiento.