1. Distancia:
* desplazamiento rojo cosmológico: Este es el factor más significativo. A medida que la luz viaja a través del universo en expansión, el espacio en sí se estira, lo que hace que las longitudes de onda de la luz también se estiren. Este estiramiento da como resultado un desplazamiento al rojo, y cuanto más lejos se ha expandido el espacio, lo que lleva a un desplazamiento al rojo más grande. Esto se conoce como la ley de Hubble, que establece que el desplazamiento al rojo de una galaxia es directamente proporcional a su distancia.
2. Velocidad relativa:
* Doppler Redshift: Esto ocurre cuando una galaxia se está alejando de nosotros. Las ondas de luz emitidas por la galaxia se estiran debido al movimiento relativo, lo que resulta en un desplazamiento al rojo. Este efecto es similar al efecto Doppler que observamos con las ondas de sonido, donde el tono de una sirena cambia a medida que avanza hacia o lejos de nosotros.
Otros factores que pueden contribuir al desplazamiento al rojo, aunque menos significativo, incluyen:
* desplazamiento rojo gravitacional: Este efecto ocurre debido a la curvatura de la hora espacial causada por la gravedad. La luz de una galaxia en un campo gravitacional fuerte se puede desplazar al rojo a medida que escapa del campo. Sin embargo, este efecto es generalmente mucho más pequeño que el desplazamiento al rojo cosmológico.
* desplazamiento rojo intrínseco: Este es un desplazamiento al rojo teórico causado por las propiedades internas de la galaxia misma, como su velocidad interna o la presencia de materia oscura. Sin embargo, este efecto no se entiende bien y actualmente se considera insignificante en comparación con el desplazamiento al rojo cosmológico.
En resumen, el factor principal que determina el desplazamiento al rojo en la luz de una galaxia es su distancia, debido a la expansión del universo. La velocidad relativa también puede contribuir al desplazamiento al rojo, pero su efecto suele ser mucho más pequeño que el desplazamiento al rojo cosmológico.