* energía solar: El sol proporciona la energía que alimenta la atmósfera de la Tierra. Calienta la tierra y el agua de manera desigual, creando diferencias en la temperatura.
* Circulación de aire: Estas diferencias de temperatura hacen que el aire aumente y disminuya, creando vientos y patrones climáticos.
* Evaporación: El calor del sol evapora el agua de los océanos y lagos, lo que lleva a la formación de nubes y la precipitación.
* corrientes oceánicas: La energía del sol influye en las corrientes oceánicas, que distribuyen calor en todo el mundo y afectan los patrones climáticos.
Sin la energía del sol, nuestra atmósfera estaría estancada, fría y sin vida. Entonces, aunque no se llama formalmente "creador del clima", el sol es un jugador crucial en los complejos procesos que crean nuestro clima siempre cambiante.