* el calor interno de Júpiter: Júpiter es un gigante de gas, principalmente compuesto de hidrógeno y helio. Su inmenso tamaño y masa dan como resultado un tirón gravitacional muy fuerte, que comprime el núcleo del planeta.
* Contracción gravitacional: Esta compresión hace que el núcleo se caliente, generando una cantidad significativa de calor interno. Este calor irradia constantemente hacia afuera, haciendo que Júpiter sea más caliente de lo que debe basarse únicamente en la radiación solar.
* Mecanismo Kelvin-Helmholtz: Este proceso, también conocido como el mecanismo Kelvin-Helmholtz, es similar a la forma en que una estrella genera calor a través del colapso gravitacional. Sin embargo, Júpiter no es lo suficientemente masivo como para mantener la fusión nuclear como una estrella, por lo que su fuente de calor interna no es tan fuerte.
Por lo tanto, la fuente de calor interna de Júpiter, generada por la contracción gravitacional, contribuye a su alta temperatura general y le permite irradiar más energía de la que recibe del sol.
Aquí hay algunos factores adicionales a considerar:
* Rotación diferencial: Las capas internas de Júpiter giran a diferentes velocidades, creando fricción y contribuyendo al calor del planeta.
* Campo magnético: Júpiter tiene un poderoso campo magnético, que interactúa con su atmósfera y genera calor.
Si bien la radiación solar juega un papel en el calentamiento de las capas externas de Júpiter, la fuente de calor interna del planeta es el factor principal responsable de su alta producción de energía.