Sin embargo, los astrónomos han reunido una gran cantidad de información sobre la superficie de Venus utilizando otros métodos:
* Mapeo de radar: Al rebotar las ondas de radar de la superficie del planeta y analizar las señales reflejadas, podemos crear mapas detallados de su topografía. Esta técnica ha revelado vastas llanuras, imponentes montañas y volcanes.
* Observaciones infrarrojas: Si bien la luz visible no puede penetrar las nubes, la radiación infrarroja puede. Al estudiar las emisiones de calor desde la superficie, los astrónomos pueden aprender sobre su temperatura, composición e incluso actividad volcánica.
* misiones de naves espaciales: La información más detallada sobre Venus proviene de la nave espacial que ha volado, orbitada o incluso aterrizada en el planeta. Misiones como Magellan, Venus Express y Venera han capturado imágenes, midieron la atmósfera e incluso han analizado muestras de rocas.
Aquí está la conclusión clave: Los astrónomos no han podido estudiar la cara de Venus en un sentido literal, pero han utilizado técnicas ingeniosas para mapear su superficie y comprender su atmósfera, composición y características geológicas.