1. Misa del objeto central:
* Cuanto más masivo sea el objeto central (como una estrella o planeta), más fuerte es su atracción gravitacional.
* Un tirón más fuerte significa una velocidad orbital más rápida y, por lo tanto, un período orbital más corto.
2. Distancia entre el objeto en órbita y el objeto central:
* Cuanto más lejos sea el objeto en órbita, más débil es la atracción gravitacional.
* Esto da como resultado una velocidad orbital más lenta y un período orbital más largo.
3. Forma de la órbita:
* Una órbita perfectamente circular tiene una velocidad y período orbital constantes.
* Las órbitas elípticas tienen velocidades orbitales variables dependiendo de la posición del objeto en la órbita. El objeto se mueve más rápido cuando está más cerca del objeto central y más lento cuando está más lejos. Esto da como resultado un período orbital más largo que una órbita circular con la misma distancia promedio.
4. Presencia de otros objetos:
* Otros cuerpos celestes pueden ejercer atracción gravitacional sobre el objeto de órbita, perturbando su órbita y afectando su período. Esto es especialmente cierto para objetos más pequeños en un sistema con múltiples planetas.
5. Efectos relativistas:
* Para los objetos que se mueven a velocidades muy altas (como objetos cerca de un agujero negro), los efectos de la relatividad general se vuelven significativos. Esto puede alterar el período orbital ligeramente en comparación con los cálculos newtonianos clásicos.
En resumen:
Los factores principales que afectan el tiempo orbital son la masa del objeto central y la distancia entre el objeto orbitante y el objeto central. La forma de la órbita y la presencia de otros objetos también pueden desempeñar un papel.