1. Temperatura: La temperatura de una estrella dicta cuánta energía irradia por unidad de área. Las estrellas más calientes emiten más energía en forma de luz, haciéndolas parecer más brillantes.
2. tamaño (o radio): Cuanto más grande sea la superficie de una estrella, más energía puede irradiar en general. Una estrella más grande, incluso a la misma temperatura, será más luminosa.
Estos dos factores están estrechamente interconectados. La temperatura de una estrella está determinada por sus procesos internos, incluida la fusión nuclear, mientras que su tamaño está influenciado por factores como su masa y etapa evolutiva.