* Orbitando vs. aterrizaje: Orbitar un planeta significa mantener una velocidad y un camino específicos a su alrededor. El aterrizaje requiere disminuir significativamente y descender a través de la atmósfera a la superficie.
* diferentes trayectorias: La trayectoria necesaria para orbitar a Marte es diferente de la trayectoria necesaria para aterrizar en Marte.
* Requisitos de combustible: Una nave espacial necesita mucho combustible para reducir la velocidad lo suficiente para aterrizar. Llevar tanto combustible haría imposible llegar a Marte en primer lugar.
Así es como podemos lograr un resultado similar:
1. Dos misiones separadas: Podríamos lanzar dos naves espaciales:una para orbitar Marte y otro para aterrizar en Marte. Este es el enfoque más común.
2. Una maniobra compleja: Teóricamente, se podría enviar una sola nave espacial en una trayectoria que pasa a Marte y luego vuelve a aterrizar. Esto requeriría una navegación increíblemente precisa y una gran cantidad de combustible, lo que lo hace extremadamente difícil y poco práctico.
¿Por qué es importante diferenciar entre órbita y aterrizaje?
* Propósitos científicos: La nave espacial en órbita puede observar todo el planeta, proporcionando un contexto global. Los aterrizadores pueden recopilar datos de primer plano y muestras desde una ubicación específica.
* Costo y complejidad: El aterrizaje es mucho más desafiante que el órbita, que requiere sistemas de aterrizaje complejos y escudos de calor.
Ejemplo:
* El Orbitador de reconocimiento de Marte actualmente orbita a Marte, proporcionando imágenes y datos de alta resolución.
* El rover de perseverancia aterrizó en Marte, explorando la superficie y recolectando muestras.
En conclusión, si bien no es posible "poner un satélite más allá de Marte pero aterrizar en Marte" con una sola nave espacial, podemos lograr un resultado similar al lanzar misiones separadas o usar maniobras complejas que son muy difíciles de ejecutar.