Los planetas orbitan alrededor del Sol siguiendo trayectorias elípticas. Esto significa que sus órbitas no son perfectamente circulares. Las órbitas de los planetas también están inclinadas con respecto al ecuador del Sol. Esto significa que los ejes de rotación de los planetas no están perfectamente alineados con el eje de rotación del Sol.
Las órbitas de los planetas cambian constantemente. Esto se debe a la atracción gravitacional de los otros planetas y del Sol. Las órbitas de los planetas también cambian debido a los efectos del campo magnético del Sol.
A pesar de estos cambios, los planetas permanecen en sus órbitas alrededor del Sol. Esto se debe a que la fuerza de gravedad es muy fuerte. Los planetas son muy pequeños en comparación con el Sol, por lo que la atracción gravitacional del Sol es mucho más fuerte que la atracción gravitacional de los planetas entre sí.
Las órbitas de los planetas son un sistema complejo, pero se rigen por las leyes de la física. La fuerza de gravedad es la que mantiene a los planetas en sus órbitas alrededor del Sol.