Marte se considera un planeta terrestre porque tiene una superficie sólida y rocosa, a diferencia de los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno. Si bien Marte actualmente no tiene vida tal como la conocemos, el término "terrestre" no implica necesariamente la presencia de vida. Simplemente se refiere a las características físicas del planeta, como su composición, estructura y características de la superficie.