A medida que la Tierra gira alrededor del Sol, su velocidad cambia constantemente debido a la variación en su distancia al Sol. Según las leyes del movimiento planetario de Kepler, la velocidad orbital de la Tierra es mayor cuando está más cerca del Sol (en el perihelio) y más baja cuando está más alejada del Sol (en el afelio). Esta variación de velocidad también está influenciada por la fuerza gravitacional del Sol.
La fuerza gravitacional entre el Sol y la Tierra es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre sus centros. Esto significa que a medida que la Tierra se acerca al Sol durante su órbita, la fuerza gravitacional se vuelve más fuerte, lo que hace que la velocidad orbital de la Tierra aumente. Por el contrario, a medida que la Tierra se aleja del Sol, la fuerza gravitacional se debilita, lo que provoca una disminución de la velocidad orbital.
En resumen, la gravedad del Sol juega un papel crucial en la determinación de la revolución de la Tierra alrededor del Sol. Actúa como la fuerza centrípeta que mantiene a la Tierra en su órbita e influye en la velocidad orbital del planeta durante su viaje alrededor del Sol.