La superficie de la Luna está compuesta principalmente de oxígeno, silicio, magnesio, hierro, calcio y aluminio. Estos elementos forman diversos minerales y rocas, entre ellos:
* Basalto: Una roca volcánica oscura que cubre gran parte de la superficie de la Luna.
* Anortosita: Roca de color claro rica en feldespato plagioclasa. La anortosita se encuentra en las tierras altas de la Luna.
* Olivino: Un mineral verde que se encuentra en algunas de las rocas volcánicas de la Luna.
* Piroxeno: Un mineral oscuro que se encuentra en algunas de las rocas volcánicas de la Luna.
* Ilmenita: Un mineral negro rico en hierro y titanio. La ilmenita se encuentra en algunos de los basaltos de la Luna.
Características físicas
La Luna es un cuerpo esférico con un diámetro de 3.474 kilómetros (2.159 millas). Es la quinta luna más grande del Sistema Solar y la luna más grande de nuestro propio Sistema Solar. La Luna tiene una masa de 7,3477 × 10^22 kilogramos (1,62 × 10^23 libras), que es aproximadamente 1/81 de la de la Tierra.
La superficie de la Luna está cubierta de cráteres causados por impactos de asteroides y cometas. Algunos de los cráteres son muy grandes, como la Cuenca Oriental, que tiene 930 kilómetros (580 millas) de diámetro. La Luna también tiene varias cadenas montañosas grandes, como los Apeninos Lunares, que tienen más de 6.000 metros (20.000 pies) de altura.
La Luna no tiene atmósfera, por lo que su superficie está expuesta a toda la fuerza de la radiación del Sol. Esto hace que la temperatura de la superficie varíe de -173 grados Celsius (-280 grados Fahrenheit) durante la noche a 127 grados Celsius (260 grados Fahrenheit) durante el día.
La Luna está bloqueada por las mareas con la Tierra, lo que significa que el mismo lado de la Luna siempre mira a la Tierra. Este lado de la Luna se llama lado cercano, mientras que el lado que mira hacia afuera de la Tierra se llama lado lejano.