La primera sonda estadounidense enviada al espacio fue la Explorer 1. Fue lanzada el 31 de enero de 1958 desde Cabo Cañaveral, Florida. Explorer 1 era un satélite que pesaba 30,8 libras y tenía aproximadamente el tamaño de una pelota de baloncesto. Fue lanzado utilizando un cohete Juno I. El Explorer 1 orbitó la Tierra durante casi 12 años antes de que su órbita decayera y volviera a entrar en la atmósfera terrestre el 31 de marzo de 1970.