1. Variabilidad regional: Los efectos de El Niño sobre los patrones de precipitación no son uniformes en todo el mundo. Algunas áreas pueden experimentar un aumento de las precipitaciones e inundaciones durante El Niño, mientras que otras pueden experimentar condiciones de sequía. Los impactos específicos dependen de factores como la ubicación y la fuerza del episodio de El Niño, así como de los patrones climáticos regionales.
2. Factores que lo contrarrestan: En ciertos casos, otros factores climáticos pueden mitigar los efectos de la sequía de El Niño. Por ejemplo, si hay una fuerte temporada de monzones en una región particular durante un evento de El Niño, el aumento de las precipitaciones del monzón puede compensar los efectos secantes de El Niño.
3. Variabilidad climática natural: Los patrones climáticos son inherentemente variables y pueden ocurrir sequías debido a fluctuaciones naturales en las condiciones climáticas, independientemente de El Niño. Factores como los cambios en los patrones de circulación atmosférica, las corrientes oceánicas y las temperaturas de la superficie del mar pueden contribuir a las condiciones de sequía, independientemente de si se está produciendo un episodio de El Niño.
4. Influencia humana: Las actividades humanas también pueden contribuir a las condiciones de sequía, como el aumento del consumo de agua, la deforestación y la urbanización. Estos factores pueden exacerbar los impactos de las sequías relacionadas con El Niño o provocar sequías incluso en ausencia de El Niño.
Por lo tanto, si bien El Niño puede influir en los patrones climáticos y las precipitaciones, no siempre causa sequías directamente. La aparición de sequías está influenciada por una compleja interacción de diversos factores climáticos, variabilidad natural e influencias humanas.