Las auroras son causadas por la interacción de partículas cargadas del sol con el campo magnético de la Tierra. Las partículas se aceleran a lo largo de las líneas del campo magnético hacia los polos de la Tierra, donde chocan con átomos y moléculas de la atmósfera, provocando que emitan luz.
Los nuevos hallazgos muestran que las auroras se crean mediante un proceso llamado reconexión magnética. Esto ocurre cuando dos líneas de campo magnético de polaridad opuesta entran en contacto y se fusionan, liberando una explosión de energía. Luego, la energía se convierte en luz mediante la colisión de las partículas cargadas con los átomos y moléculas de la atmósfera.
El equipo de físicos hizo su descubrimiento utilizando datos de la misión del satélite Swarm de la Agencia Espacial Europea. La misión consta de tres satélites que miden el campo magnético de la Tierra. Los datos de los satélites mostraron que las auroras se crean en regiones donde el campo magnético es más fuerte.
Los hallazgos proporcionan nuevos conocimientos sobre la interacción entre el campo magnético de la Tierra y el viento solar. También tienen implicaciones para comprender otros fenómenos meteorológicos espaciales, como las tormentas geomagnéticas.