Si bien se han realizado investigaciones y avances en las técnicas de modificación del clima, la capacidad de China o de cualquier país para controlar el clima a gran escala es limitada. La modificación climática artificial o intencional generalmente implica la siembra de nubes, cuyo objetivo es aumentar las precipitaciones o mitigar el granizo y la niebla. China ha invertido en tecnologías de modificación del clima, centrándose principalmente en mejorar las precipitaciones con fines agrícolas. La siembra de nubes se utiliza generalmente para aumentar las precipitaciones en áreas específicas, pero el control general de sistemas climáticos complejos es un desafío y varía según numerosos factores.