Según un nuevo estudio, una tablilla de arcilla de la antigua Babilonia, que data de alrededor del 350 a. C., puede contener la evidencia más antigua conocida de trigonometría. La tablilla, conocida como Plimpton 322, contiene una lista de ternas pitagóricas, o conjuntos de tres números que satisfacen el teorema de Pitágoras. Sin embargo, algunos expertos se muestran escépticos ante la afirmación, argumentando que la tableta puede ser simplemente una tabla de recíprocos.
El teorema de Pitágoras establece que en un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa (el lado más largo) es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados. Las ternas pitagóricas son conjuntos de tres números que satisfacen esta ecuación, como (3, 4, 5) o (5, 12, 13).
La tableta Plimpton 322 contiene una lista de 15 ternas pitagóricas, junto con sus recíprocos. Los recíprocos se escriben en una notación especial, llamada notación sexagesimal, que utiliza base 60.
El estudio, publicado en la revista Historia Mathematica, sostiene que la tableta se utilizó para cálculos trigonométricos. Los autores del estudio, Daniel Mansfield de la Universidad de Nueva Gales del Sur y Norman Wildberger de la Universidad de Nueva Gales del Sur, creen que la tableta se utilizó para calcular los ángulos de los triángulos, utilizando un método llamado "método babilónico".
El método babilónico es un método geométrico para calcular los ángulos de un triángulo. Se basa en el hecho de que el seno de un ángulo es igual a la razón del cateto opuesto a la hipotenusa.
Mansfield y Wildberger creen que la tablilla Plimpton 322 se utilizó para calcular los senos de los ángulos, utilizando el método babilónico. Argumentan que la tablilla contiene una tabla de senos, junto con sus recíprocos.
Sin embargo, algunos expertos se muestran escépticos ante esta afirmación. Argumentan que la tablilla puede ser simplemente una tabla de recíprocos y que no hay evidencia de que los babilonios usaran el método babilónico para calcular los ángulos de los triángulos.
Es probable que el debate sobre la tableta Plimpton 322 continúe durante algún tiempo. Sin embargo, la tablilla sigue siendo un artefacto fascinante y ofrece una visión del conocimiento matemático de los antiguos babilonios.