Durante décadas, los astrónomos han estudiado meticulosamente el sistema MWC 656, que comprende una estrella masiva y una compañera compacta. La naturaleza del compañero, sin embargo, sigue siendo un misterio. Las observaciones habían insinuado la posibilidad de que se tratara de un agujero negro o una estrella de neutrones, cada una de las cuales representaba la etapa final en la vida de una estrella masiva.
Para desentrañar la verdadera identidad de este enigmático compañero, un equipo internacional de astrónomos, dirigido por el Dr. Jorge Casares del Instituto de Astrofísica de Canarias en España, empleó el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral y el Atacama Large Millimeter/submillimeter. Matriz (ALMA). Estos poderosos instrumentos permitieron al equipo recopilar observaciones detalladas, proporcionando información sin precedentes sobre el sistema.
Las mediciones del VLT revelaron que el objeto compañero exhibe una masa aproximadamente ocho veces mayor que la de nuestro Sol, colocándolo firmemente dentro del rango esperado tanto para las estrellas de neutrones como para los agujeros negros. Sin embargo, lo que realmente distingue a este compañero es su luminosidad o brillo inusualmente alto en las ondas de radio. Esta característica se asocia típicamente con los agujeros negros en acreción, donde la atracción gravitacional del agujero negro atrae materia de su entorno, liberando energía en forma de radiación de alta energía, incluidos rayos X y ondas de radio.
Sorprendentemente, las observaciones del VLT detectaron sólo débiles emisiones de rayos X del sistema MWC 656. Esta escasez de rayos X es inconsistente con el comportamiento de los típicos agujeros negros en acreción. Además, el análisis meticuloso del equipo de las curvas de luz de radio del sistema, las variaciones en el brillo a lo largo del tiempo, reveló patrones que se desvían significativamente de los observados comúnmente en los sistemas de agujeros negros.
La inesperada combinación de alta luminosidad de radio y débil emisión de rayos X ha dejado desconcertados a los astrónomos. Si bien la masa de su compañera se alinea con las predicciones tanto para los agujeros negros como para las estrellas de neutrones, sus peculiares propiedades de radio y rayos X desafían las clasificaciones convencionales. Las características observadas parecen desafiar nuestra comprensión actual de estas entidades celestes, lo que llevó a la comunidad científica a explorar explicaciones alternativas para este enigmático objeto.
Una posibilidad intrigante es que el acompañante del MWC 656 represente una clase de objetos que aún no han sido caracterizados ni comprendidos por completo. Los objetos híbridos, como los magnetares, que poseen propiedades tanto de estrellas de neutrones como de agujeros negros, podrían explicar las anomalías observadas. Alternativamente, la compañera puede ser una estrella de neutrones con un campo magnético excepcionalmente alto, o incluso podría albergar un disco de acreción, la corriente arremolinada de gas y polvo que rodea a un objeto masivo, que exhibe características inusuales.
Es esencial realizar más investigaciones y observaciones para desentrañar la verdadera naturaleza del compañero en el sistema MWC 656. El descubrimiento de este peculiar objeto enfatiza la notable complejidad y diversidad de los cuerpos celestes en nuestro universo y desafía nuestro conocimiento actual sobre la evolución estelar. Nos recuerda que todavía quedan muchos misterios por resolver mientras continuamos explorando el vasto cosmos.