Los estudios de organoides neurológicos, crecimiento de plantas y cambios en los fluidos corporales se encuentran entre las investigaciones científicas que los astronautas de la NASA Matthew Dominick, Michael Barratt, Jeanette Epps y Tracy C. Dyson ayudarán a apoyar a bordo de la Estación Espacial Internacional como parte de la Expedición 71. Los miembros de la tripulación tienen como objetivo el lanzamiento a la estación espacial en febrero y marzo.
A continuación se detallan algunos de los trabajos programados durante esta próxima expedición a bordo del laboratorio de microgravedad.
Los modelos organoides del cerebro humano para enfermedades neurodegenerativas y descubrimiento de fármacos (HBOND) estudian los mecanismos detrás de la neuroinflamación, una característica común de los trastornos neurodegenerativos. Los investigadores crean organoides utilizando iPSC (células madre pluripotentes inducidas) derivadas de pacientes que padecen la enfermedad de Parkinson y esclerosis múltiple primaria progresiva.
La sexta investigación de organoides de la estación espacial, HBOND, incluye por primera vez iPSC de Alzheimer y pruebas de los efectos de medicamentos en desarrollo para tratar la neuroinflamación. Los resultados podrían ayudar a mejorar el diagnóstico, proporcionar información sobre los efectos del envejecimiento, acelerar el descubrimiento de fármacos e identificar objetivos terapéuticos para pacientes que padecen enfermedades neurodegenerativas. Los modelos organoides también podrían proporcionar una manera de anticipar cómo los vuelos espaciales prolongados afectan al cerebro y apoyar el desarrollo de contramedidas.
Las plantas pueden servir como fuente de alimento y proporcionar otros servicios de soporte vital en misiones de largo plazo a la Luna y Marte. El Estudio sobre las respuestas de las plantas contra el estrés de la microgravedad y la alta radiación ultravioleta en el espacio (Plant UV-B) examina cómo el estrés de la microgravedad, la radiación UV y la combinación de ambos afectan a las plantas a nivel molecular, celular y de organismo completo. Los resultados podrían aumentar la comprensión del crecimiento de las plantas en el espacio y respaldar mejoras en las tecnologías de cultivo de plantas para futuras misiones.