Los sistemas financieros, de navegación y meteorológicos se basan en tecnologías satelitales. Crédito:Shutterstock
El lanzamiento de las primeras imágenes tomadas por el telescopio espacial James Webb de la NASA inspirará a generaciones con las infinitas posibilidades que ofrece el espacio exterior. Claramente, tenemos la responsabilidad de garantizar que solo se emprendan usos pacíficos, seguros, sostenibles, legales y legítimos del espacio en beneficio de la humanidad y las generaciones futuras.
En pos de esto, durante los últimos seis años, la Universidad McGill y una serie de instituciones colaboradoras de todo el mundo han participado en la redacción del Manual McGill sobre el derecho internacional aplicable a los usos militares del espacio exterior. .
En agosto, el primer volumen del Manual McGill fue publicado. Contiene las 52 Reglas, adoptadas por consenso por el grupo de expertos. Las reglas aclaran el derecho internacional aplicable a todas las actividades espaciales realizadas en tiempos de paz y en tiempos de tensión que plantean desafíos para la paz.
Crecimiento de la infraestructura espacial
Desde el comienzo de la era espacial hace 65 años, hemos sido testigos de enormes avances en la exploración espacial que han beneficiado la vida en la Tierra. La investigación sobre tecnologías espaciales informa muchas de nuestras comodidades modernas. Traemos y estudiamos muestras minerales de asteroides.
Durante décadas, hemos utilizado tecnologías satelitales para el posicionamiento, la navegación y el cronometraje. El sistema de posicionamiento global de los Estados Unidos, del que existen variantes chinas, europeas, rusas, japonesas e indias, es la columna vertebral de aplicaciones esenciales como búsqueda y rescate de emergencia, agricultura de precisión para la producción de alimentos, navegación del tráfico aéreo, la seguridad del sistema financiero y bancario, y la sincronización del tiempo a través de redes cibernéticas.
Nuestra creciente dependencia de la infraestructura espacial hace que las economías modernas sean cada vez más vulnerables a los impactos de los accidentes, así como a los actos ilegales e irresponsables que afectan la exploración y el uso del espacio.
Espacio en la Tierra
En 2009, hubo un apagón de comunicaciones en América del Norte después de una colisión accidental entre un satélite soviético desaparecido y el satélite de comunicaciones Iridium. Este fue un claro recordatorio de cuán vulnerables son las operaciones terrestres a los eventos en el espacio.
Impulsados por las tensiones geopolíticas, varios gobiernos han probado armas antisatélite que dejan un rastro de desechos espaciales que permanecerán en órbita durante décadas, o incluso siglos.
Los desechos espaciales representan un grave peligro para otros objetos espaciales en funcionamiento, sin mencionar a las personas y las propiedades en el suelo en caso de que caigan pedazos a la Tierra. Este mes, China lanzó varios misiles balísticos que alcanzaron los 200 kilómetros sobre el nivel del mar, amenazando potencialmente a los satélites que operan en la órbita terrestre baja, lo que representa un espacio espacial privilegiado utilizado para comunicaciones cruciales y sensores remotos en todo el mundo.
Los sistemas espaciales no solo son vulnerables a los misiles, sino que pueden ser interferidos o destruidos por otros medios, como láseres, suplantación de identidad, interferencias y ataques cibernéticos. Los costos humanos y las consecuencias de un conflicto en el espacio podrían ser devastadores más allá de lo contemplable.
La misión STS-4 del transbordador espacial Columbia, lanzada desde el Centro Espacial Kennedy en 1982, llevaba sistemas militares de detección de misiles. Crédito:NASA/Unsplash
Afirmando la ley
A medida que los países y los operadores espaciales comerciales estudian cómo explorar y utilizar la luna y otros cuerpos celestes para obtener valiosos recursos, debemos comprender que el espacio exterior no es un "Salvaje Oeste" sin ley. De hecho, existe un cuerpo claro de principios legales fundamentales que se han aplicado a todas las actividades espaciales durante muchas décadas.
Desde el lanzamiento en 1957 del primer satélite artificial en órbita terrestre (Sputnik I), ha habido un claro consenso en que el espacio ultraterrestre, los planetas y los asteroides deben explorarse y utilizarse de conformidad con el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas.
Estos principios fundamentales se desarrollan en una serie de tratados de las Naciones Unidas sobre derecho espacial suscritos por prácticamente todos los países que realizan actividades espaciales. Además, especialmente con el aumento del número de operadores espaciales comerciales y privados, los países están adoptando leyes espaciales nacionales para regular y supervisar cómo se llevan a cabo todas las actividades espaciales nacionales de conformidad con el derecho internacional.
Independiente e imparcial
El gobierno de Estados Unidos y otros han afirmado que "el conflicto o la confrontación en el espacio no son inevitables". En el entorno geopolítico actual, es necesario afirmar y aclarar las leyes que evitarán errores de cálculo y malentendidos y, a su vez, fomentarán la transparencia, el fomento de la confianza y cierta cooperación en el espacio.
Un conjunto importante de normas y principios jurídicos internacionales se aplica a todas las actividades espaciales, incluidas las actividades espaciales militares. Sin embargo, a veces están sujetos a diferentes interpretaciones que crean confusión, ambigüedad e incertidumbre.
El Manual McGill es un esfuerzo independiente e imparcial que aclara y reafirma que las leyes existentes son relevantes y aplicables para dar cabida a nuevas actividades y aplicaciones. Estas leyes imponen restricciones a las acciones irresponsables y peligrosas y enfrentan nuevos desafíos en el espacio ultraterrestre.
El desarrollo del manual involucró a más de 80 expertos legales y técnicos. Confirmaron, por ejemplo, que existe una prohibición absoluta sobre la prueba y el uso de armas biológicas, químicas y nucleares en el espacio y que la interferencia dañina con los activos espaciales de otros estados es ilegal. Los expertos también destacaron que el derecho de legítima defensa relacionado con las actividades espaciales militares debe tener en cuenta los aspectos físicos y legales únicos del espacio ultraterrestre.
Paz en el espacio
Los pueblos indígenas de Canadá y Australia, al igual que muchas culturas y civilizaciones de todo el mundo, han mirado durante mucho tiempo a las estrellas en busca de orientación e inspiración.
Governments and commercial operators in space must understand that space is a shared global commons, where the activities of one country or company will have implications for everyone else. The publication of the McGill Manual marks a major milestone in supporting ongoing international efforts.
These internationally agreed laws must inform peaceful exploration and co-operation in space. The fate of future generations depends on this.
Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original. Amid tensions on Earth, the United States claims that 'conflict in space is not inevitable'