Las tormentas dispersas son aquellas que ocurren en un área relativamente pequeña y que normalmente cubren menos del 10% del cielo. A menudo se asocian con aire cálido y húmedo y pueden producir fuertes lluvias, relámpagos y truenos. Las tormentas aisladas pueden ocurrir en cualquier momento del día o del año, pero son más comunes durante los meses de verano.