Inspirándose en las narices de los camellos, los investigadores han desarrollado un sensor de humedad resistente y sensible, sostenido aquí entre dos dedos enguantados. Crédito:Weiguo Huang y Jian Song
Los camellos tienen una capacidad reconocida para sobrevivir con poca agua. También son expertos en encontrar algo para beber en el vasto desierto, usando narices que son detectores de humedad exquisitos. En un nuevo estudio en ACS Nano , los investigadores describen un sensor de humedad inspirado en la estructura y las propiedades de las narices de los camellos. En los experimentos, encontraron que este dispositivo podía detectar de manera confiable variaciones en la humedad en entornos que incluían escapes industriales y el aire que rodea la piel humana.
Los humanos a veces necesitan determinar la presencia de humedad en el aire, pero las personas no son tan hábiles como los camellos para detectar el agua con la nariz. En cambio, las personas deben usar dispositivos para ubicar agua en ambientes áridos, o para identificar fugas o analizar escapes en instalaciones industriales. Sin embargo, todos los sensores actualmente disponibles tienen inconvenientes significativos. Algunos dispositivos pueden ser duraderos, por ejemplo, pero tienen una baja sensibilidad a la presencia de agua. Mientras tanto, la luz del sol puede interferir con algunos detectores altamente sensibles, lo que dificulta su uso en exteriores, por ejemplo. Para diseñar un sensor inteligente y duradero que pueda detectar incluso niveles bajos de moléculas de agua en el aire, Weiguo Huang, Jian Song y sus colegas observaron las narices de los camellos.
Los pasajes angostos en forma de volutas dentro de la nariz de un camello crean una gran área de superficie, que está revestida con moco que absorbe agua. Para imitar la estructura de gran superficie dentro de la nariz, el equipo creó una red de polímero poroso. En él, colocaron moléculas que atraen la humedad llamadas zwitteriones para simular la propiedad de la mucosidad de cambiar la capacitancia a medida que varía la humedad. En los experimentos, el dispositivo era duradero y podía monitorear las fluctuaciones de humedad en los gases de escape industriales calientes, encontrar la ubicación de una fuente de agua y detectar la humedad que emanaba del cuerpo humano. El sensor no solo respondía a los cambios en la transpiración de la piel de una persona mientras hacía ejercicio, sino que detectaba la presencia de un dedo humano e incluso podía seguir su trayectoria en forma de V o L. Esta sensibilidad sugiere que el dispositivo podría convertirse en la base de una interfaz sin contacto a través de la cual alguien podría comunicarse con una computadora, según los investigadores. Además, la respuesta eléctrica del sensor a la humedad se puede sintonizar o ajustar, al igual que las señales enviadas por las neuronas humanas, lo que potencialmente le permite aprender a través de la inteligencia artificial, dicen. Nuevo sensor detecta baja humedad del aire