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Las nanopartículas constituyen el pilar principal de la nanomedicina:ahora se están explorando continuamente para su uso en la administración de fármacos dirigida o en la reparación de tejidos dañados como huesos y músculos.
Inspirados por su potencial, Los científicos iniciaron el proyecto VERDI financiado por el Consejo de Investigación de la UE (ERC). El núcleo de la visión del proyecto era crear una biblioteca de ingredientes activos y mecanismos de focalización de acuerdo con la enfermedad que se estaba tratando. Esta biblioteca podría servir como el punto de partida ideal para diseñar nanopartículas personalizadas en función de la patología ósea.
Usando esta nanoplataforma multifuncional, Los científicos pueden equipar a los "poderosos agentes secretos" —nanopartículas de sílice mesoporosa— con armas sofisticadas para combatir enfermedades óseas diferentes pero frecuentemente asociadas. Estos incluyen tumores cancerosos que crecen dentro de los tejidos óseos disfrazados de células sanas, osteoporosis que debilita la reconstrucción ósea, y bacterias que infectan huesos sanos y resisten las defensas del cuerpo.
Los superagentes versátiles pueden reconocer eficazmente cualquiera de estas amenazas. Para evitar la liberación de medicamentos antes de que lleguen al sitio de destino, están vestidos con "ropa especial, "a saber, revestimientos de polímero que les ayudan a reconocer dónde entregar su carga. Por ejemplo, Los agentes anticancerígenos pueden detectar el contacto con los receptores de células cancerosas rebeldes y, con la ayuda de médicos que utilizan ultrasonido, luz ultravioleta o señales magnéticas, saben cuándo liberar la toxina dentro de las células tumorales.
En el tratamiento de la osteoporosis, las nanopartículas podrían entregar moléculas capaces de silenciar ciertos genes asociados con la enfermedad, para limitar la pérdida ósea y promover la formación de hueso. Por último, los diminutos agentes que combaten las infecciones podrían liberar sus antibióticos para matar las bacterias.
El proyecto está en funcionamiento hasta 2021. Más de tres años desde su inicio, el equipo del proyecto ya ha presentado dos patentes para su tecnología. También se están preparando para realizar estudios clínicos de la nanoplataforma en los próximos años. La aplicación de una tecnología única para tratar tres enfermedades óseas diferentes:cáncer de hueso, infección ósea y osteoporosis:favorece el proceso de ampliación industrial. Por último, podría facilitar la transición de los tratamientos basados en la nanotecnología (nanomedicinas) de la investigación a la asistencia sanitaria.