Científicos de Japón y Suiza han demostrado que los nanoportadores con Las estructuras centrales internas regulares (hélices α agrupadas) son más efectivas para administrar fármacos a destinos específicos en los cuerpos de los ratones. Un núcleo de micelas bien estructurado evita la disolución temprana indeseable del nanoportador en el torrente sanguíneo.
El uso de diminutos nanoportadores cargados con medicamentos para la caja fuerte, La entrega dirigida de medicamentos a determinadas partes del cuerpo ha recibido mucha atención en los últimos años. Ensayos en humanos de nanoportadores dirigidos a tumores de cáncer de páncreas, por ejemplo, ahora han alcanzado la fase tres en varios países. Los propios nanoportadores se forman a partir de polímeros autoensamblables, o micelas, creado alrededor de un núcleo que contiene la droga. Es crucial crear micelas que sean estructuralmente robustas, porque son fácilmente afectados por su entorno en el camino a través del cuerpo.
Ahora, Kazunori Kataoka y compañeros de trabajo en la Universidad de Tokio, junto con científicos de Japón y Suiza, han completado un estudio sobre los núcleos de micelas y cómo la estructura del núcleo interno afecta su capacidad para administrar medicamentos de manera efectiva en los cuerpos de los ratones.
Ciertos diseños anteriores de micelas han mostrado defectos, disolviéndose demasiado pronto en el cuerpo y permitiendo la distribución del fármaco en otros órganos en lugar de que una dosis concentrada llegue al tumor diana. Los investigadores sintetizaron tres tipos de micelas a partir de un material polimérico llamado PEG-b-P (Glu), cada uno con diferente actividad óptica. Dos de las estructuras de las micelas se formaron muy ordenadas, estructuras regulares en el núcleo cuando se combina con cisplatino, un fármaco de quimioterapia. El tercer tipo adoptó una estructura central más aleatoria.
Descubrieron que la micela ópticamente activa con haces regulares de las llamadas hélices α en su núcleo conservaba su estructura durante un período prolongado de tiempo, limitando el riesgo de dilución. El núcleo altamente ordenado también ayudó a controlar la liberación de la droga una vez que alcanzó su objetivo. Esto estaba en contraste directo con la micela con estructura de núcleo aleatoria, que se desintegró rápidamente en el torrente sanguíneo de los ratones.
El equipo cree que el cuidado, montaje a medida de núcleos de micelas, así como el diseño considerado de la capa exterior protectora circundante, ayudará a mejorar la eficacia de los nanoportadores.