(Phys.org) —Detener el sangrado, cerrando heridas, Reparación de órganos:estos son desafíos cotidianos en la práctica médica y quirúrgica. En la revista Angewandte Chemie, Investigadores franceses han introducido un nuevo método que emplea el pegado mediante soluciones de nanopartículas acuosas para controlar eficazmente el sangrado y reparar los tejidos. En pruebas con animales, su enfoque resultó fácil de aplicar, rápido y eficiente incluso en situaciones en las que los métodos convencionales son traumáticos o fallan.
Las suturas y grapas son herramientas eficientes para su uso en cirugía y tratamiento de heridas. Sin embargo, la utilidad de estos métodos puede verse limitada en partes inaccesibles del cuerpo o en cirugías mínimamente invasivas. Además, la costura daña los tejidos blandos como el hígado, bazo, riñón, o pulmón. Un buen adhesivo podría ser una alternativa útil. El problema es que la adhesión debe tener lugar en un ambiente húmedo y que la zona reparada se somete inmediatamente a tensión. Las tecnologías adhesivas anteriores han tenido problemas, incluyendo fuerza insuficiente, inflamación debida a sustancias tóxicas, o implementación complicada debido a que una polimerización química o reacción de reticulación debe llevarse a cabo de manera controlada.
Un equipo dirigido por Ludwik Leibler en el Laboratoire Matière Molle et Chimie (CNRS / ESPCI Paris Tech) y Didier Letourneur en el Laboratoire Recherche Vasculaire Translationnelle (INSERM / Université Paris Diderot) ahora ha probado con éxito un enfoque completamente novedoso para adherir tejido vivo:simplemente aplique gotitas de una solución de nanopartículas a la herida y presione para cerrarla durante aproximadamente un minuto. El principio subyacente es asombrosamente simple:las nanopartículas se esparcen por la superficie y se unen a la red molecular del tejido atrayendo interacciones. Debido a que hay una gran cantidad de nanopartículas presentes, millones de enlaces unen firmemente las dos superficies. No se necesita ninguna reacción química. Los investigadores utilizaron nanopartículas de dióxido de silicio y óxido de hierro para sus experimentos.
A diferencia de los adhesivos convencionales para heridas, esto no da como resultado una barrera artificial; produce un contacto directo entre los dos bordes de la herida. Debido a que las nanopartículas son tan pequeñas, no tienen un impacto apreciable en el proceso de cicatrización de la herida. Aplicado a heridas profundas de la piel, el método es de fácil uso y conduce a una cicatrización notablemente estética. Además, es posible corregir el posicionamiento de los bordes del tejido entre sí sin abrir el cierre de la herida.
También se ha demostrado que las soluciones acuosas de nanopartículas pueden reparar rápida y eficazmente en condiciones hemorrágicas las heridas del hígado para las que las suturas son traumáticas y no prácticas. O se cerró una herida y los bordes de la herida se pegaron con nanopartículas o, en el caso de resecciones hepáticas, el sangrado se detuvo rápidamente pegando una tira de polímero usando una solución de nanopartículas.
Además, los investigadores pudieron unir una membrana biodegradable al corazón de una rata que latía. Esto abre nuevas perspectivas:puede ser posible conectar dispositivos médicos para administrar medicamentos, apoyando el tejido dañado, así como matrices para el crecimiento de tejidos.