La cantidad de luz solar que recibe un hemisferio también varía dependiendo de su latitud. Cuanto más cerca esté un lugar del ecuador, más luz solar directa recibirá. Cuanto más lejos está un lugar del ecuador, menos luz solar directa recibe. Por eso los trópicos son generalmente más cálidos que las regiones polares.
La distribución de la luz solar en la Tierra también afecta al clima. La cantidad de luz solar que recibe una región afecta la temperatura, la humedad y las precipitaciones. Por ejemplo, las áreas que reciben mucha luz solar directa son generalmente más cálidas y secas que las áreas que reciben menos luz solar directa.
La inclinación de la Tierra también hace que la duración del día y de la noche varíe a lo largo del año. Durante los meses de verano, los días son más largos y las noches más cortas. Durante los meses de invierno, los días son más cortos y las noches más largas.