Mirar directamente un eclipse solar puede causar daño permanente a la retina, que es el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo. Este daño se llama retinopatía solar.
Los rayos del sol son muy intensos y pueden dañar la retina incluso cuando el sol no está en eclipse. Sin embargo, el sol es mucho más brillante durante un eclipse y, por lo tanto, es más probable que se produzcan daños.
La retinopatía solar puede causar una variedad de síntomas, que incluyen:
Visión borrosa
Pérdida de la visión central.
Puntos ciegos
Visión distorsionada
Destellos de luz
dolor en el ojo
La retinopatía solar puede ser una afección grave y puede provocar una pérdida permanente de la visión. Si planea ver un eclipse solar, asegúrese de usar gafas protectoras diseñadas específicamente para este propósito.