Eclipse solar:
Un eclipse solar ocurre cuando la Luna pasa directamente entre el Sol y la Tierra, impidiendo que la luz del Sol llegue a la Tierra. Este fenómeno sólo puede ocurrir durante una fase de Luna Nueva cuando la posición de la Luna está perfectamente alineada entre la Tierra y el Sol.
Durante un eclipse solar, la silueta de la Luna proyecta una sombra sobre la superficie de la Tierra. El área dentro de esta sombra experimenta un bloqueo temporal de la luz solar directa. La fase total de un eclipse solar ocurre cuando la Luna cubre completamente al Sol, creando un espectáculo impresionante en el cielo diurno. Sin embargo, los eclipses solares totales son relativamente raros y sólo pueden observarse desde regiones específicas de la Tierra.
Eclipse lunar:
A diferencia de un eclipse solar, un eclipse lunar ocurre cuando la Tierra se interpone directamente entre el Sol y la Luna, lo que hace que la sombra de la Tierra caiga sobre la superficie de la Luna. Este evento tiene lugar durante la fase de Luna Llena cuando la Luna está en el lado opuesto de la Tierra al Sol.
Durante un eclipse lunar, la Luna se mueve hacia la sombra umbral de la Tierra, que es la parte más oscura e interna de la sombra de la Tierra. A medida que la Luna entra en la sombra umbral, sufre un oscurecimiento o "enrojecimiento" gradual debido a la dispersión de la luz solar por la atmósfera de la Tierra. Este enrojecimiento es causado por la refracción de la luz azul y violeta por la atmósfera terrestre, permitiendo que los colores rojo y naranja lleguen a la superficie de la Luna.
Los eclipses lunares son más frecuentes en comparación con los eclipses solares totales y son visibles para una audiencia mucho más amplia. Se pueden ver de forma segura sin protección ocular especial, a diferencia de los eclipses solares, que requieren filtros solares especializados para observarlos.
En resumen, un eclipse solar ocurre cuando la Luna bloquea la luz del Sol durante la Luna Nueva, mientras que un eclipse lunar ocurre cuando la sombra de la Tierra oscurece la Luna durante la Luna Llena. Ambos eventos cautivan tanto a los astrónomos como a los observadores del cielo, ofreciendo experiencias celestiales únicas que resaltan la intrincada interacción del Sol, la Luna y la Tierra.