El comienzo de un nuevo ciclo solar está marcado por un período de mayor actividad solar, que incluye más manchas y erupciones solares. Esta actividad puede causar perturbaciones en la atmósfera de la Tierra, como tormentas geomagnéticas, que pueden afectar las comunicaciones y los sistemas de energía.
Se espera que el ciclo solar 25 sea un ciclo relativamente débil, con menos manchas y erupciones solares que el ciclo anterior. Sin embargo, los científicos dicen que todavía es demasiado pronto para decir con seguridad qué tan activo será el Ciclo Solar 25.
La actividad del Sol puede tener un impacto significativo en el clima de la Tierra, así como en el desempeño de las comunicaciones por satélite y otras tecnologías. Por lo tanto, es importante que los científicos monitoreen la actividad del Sol y comprendan los efectos de la variabilidad solar en el medio ambiente de la Tierra.