La ola inicial de agua tendría más de 100 pies de altura y viajaría a velocidades de hasta 20 millas por hora. Esta ola destruiría todo lo que encontrara a su paso, incluidos hogares, empresas e infraestructura. Las inundaciones también provocarían cortes generalizados de energía e interrupciones en el suministro de agua.
La inundación no sólo afectaría a las zonas inmediatamente aguas abajo de la presa, sino que también tendría un efecto dominó en toda la región. El río Colorado es una fuente vital de agua para millones de personas en el suroeste de Estados Unidos, y la pérdida de esta agua tendría un impacto devastador en la economía y el medio ambiente.
Los costos económicos de la falla de una represa serían enormes. Los daños a la propiedad y la infraestructura ascenderían a miles de millones de dólares, y la pérdida de agua causaría trastornos económicos generalizados. Los impactos sociales y psicológicos también serían significativos. La pérdida de vidas sería enorme y los supervivientes quedarían con el trauma de tener que reconstruir sus vidas.
La falla de la presa Hoover es una posibilidad real y es algo que debe tomarse en serio. La presa tiene más de 80 años y muestra signos de desgaste. En 2017, los aliviaderos de la presa resultaron dañados por fuertes lluvias y actualmente se están realizando reparaciones.
Si la presa fallara, las consecuencias serían catastróficas. Es importante tomar medidas para evitar que se produzca una falla en la presa y prepararse para la posibilidad de que ocurra.