* Los termómetros usan una propiedad que cambia con la temperatura. Este suele ser el volumen de un líquido (como mercurio o alcohol) o la resistencia de un alambre de metal.
* Cuando un termómetro se pone en contacto con una sustancia, la energía térmica se transfiere. Esta energía térmica hace que las partículas de la sustancia se muevan más rápido, aumentando la temperatura de la sustancia.
* La propiedad del termómetro cambia en respuesta a la temperatura de la sustancia. Por ejemplo, el líquido en un termómetro de vidrio se expande cuando absorbe el calor de una sustancia más cálida.
* El cambio en la propiedad del termómetro se calibra a una escala. Esta escala (como Celsius o Fahrenheit) le dice la temperatura de la sustancia que se mide.
Entonces, las partículas dentro del termómetro no cambian la temperatura ellos mismos. Actúan como una herramienta para medir la temperatura de la sustancia con la que están en contacto.