1. Fricción: Esta es una fuerza que se opone al movimiento entre dos superficies en contacto. Puede ser causado por la rugosidad de las superficies o la presencia de un fluido entre ellas. La fricción actúa en la dirección opuesta del movimiento y reduce el impulso de un objeto.
2. Resistencia del aire (arrastre): Esta fuerza actúa sobre los objetos que se mueven por el aire. Es causado por la colisión de moléculas de aire con la superficie del objeto. La fuerza de arrastre aumenta con la velocidad del objeto y el tamaño de su área de superficie. Al igual que la fricción, actúa opuesto a la dirección del movimiento y ralentiza el objeto, disminuyendo su impulso.
Estos son solo dos ejemplos, y muchas otras fuerzas pueden obstaculizar el impulso. Por ejemplo, la gravedad también puede afectar significativamente el impulso de un objeto al sacarlo de abajo.