1. Calor y expansión: Cuando el termómetro se coloca en contacto con algo más cálido, el líquido interior absorbe el calor. Este calor hace que las moléculas del líquido vibren más rápido y se separen más. Este aumento en el espacio entre las moléculas conduce a una expansión general del volumen del líquido.
2. Confinamiento y movimiento: El líquido en un termómetro está confinado dentro de un tubo estrecho con una bombilla en un extremo. A medida que el líquido se expande, no tiene a dónde ir sino por el tubo.
3. Calibración y medición: El tubo está marcado con una escala que se calibra para mostrar la temperatura correspondiente para diferentes alturas de la columna líquida.
4. Enfriamiento y contracción: Cuando el termómetro se coloca en contacto con algo más frío, el líquido pierde el calor. Las moléculas se ralentizan, se acercan y el líquido se contrae. Esto hace que la columna líquida se mueva hacia atrás por el tubo.
¿Por qué mercurio o alcohol?
Los termómetros a menudo usan mercurio o alcohol porque:
* Mercurio: Tiene un coeficiente de expansión relativamente alto, lo que significa que cambia el volumen significativamente con los cambios de temperatura. Esto lo hace sensible a pequeñas diferencias de temperatura. También es un buen conductor de calor.
* alcohol: Tiene un punto de congelación más bajo que el mercurio, lo que lo hace útil para medir temperaturas muy bajas. También es menos tóxico que el mercurio.
En resumen: El líquido en un termómetro se mueve hacia arriba y hacia abajo debido al principio de expansión térmica. Cuando el líquido se calienta, se expande y se mueve por el tubo. Cuando hace más frío, se contrae y se mueve por el tubo.