* Velocidad del viento: La forma más común de medir la fuerza de un huracán es por su velocidad del viento. La velocidad máxima sostenida del viento cerca del centro de un huracán (llamado ojo) se usa para clasificarla en la escala de viento de huracán Saffir-Simpson.
* Velocidad de rotación: Los huracanes giran alrededor de un punto central llamado ojo. Esta velocidad de rotación generalmente se mide en kilómetros o millas por hora. La velocidad puede variar de 70 a 170 millas por hora (110 a 270 kilómetros por hora) o más.
* Muro de los ojos: El área de los vientos más fuertes en un huracán es la pared del ojo. Los vientos aquí pueden alcanzar velocidades de más de 200 mph (320 km/h) , haciéndolo extremadamente peligroso.
Aquí hay un punto importante: Si bien estas son velocidades típicas, es crucial recordar que la fuerza de un huracán siempre está evolucionando. Sus velocidades y rotación del viento pueden fluctuar, y predecir su trayectoria e intensidad exactas puede ser un desafío.