- Agua: El agua puede ayudar a lubricar la superficie del suelo, facilitando el movimiento de los objetos.
- Viento: El viento puede ejercer una fuerza sobre los objetos, empujándolos en una dirección determinada.
- Terremotos: Los terremotos pueden hacer que el suelo tiemble, lo que puede desestabilizar los objetos y hacer que se muevan.
- Actividad volcánica: Las erupciones volcánicas pueden producir grandes cantidades de cenizas y escombros, que pueden fluir cuesta abajo.
Los movimientos masivos pueden representar un peligro importante para la vida humana y la propiedad. Pueden destruir casas, carreteras y puentes, y también pueden causar lesiones o la muerte.