Los barómetros aneroide funcionan según el principio de expansión y contracción de una cámara de metal, conocida como cápsula aneroide. Esta cápsula está formada por un metal delgado y corrugado, generalmente cobre berilio. La cápsula está sellada y parcialmente evacuada de aire, por lo que es muy sensible a los cambios de presión atmosférica.
Cuando la presión atmosférica aumenta, la presión dentro de la cápsula disminuye y la cápsula se contrae. Esta contracción se transmite a un varillaje mecánico que mueve la aguja del barómetro. Cuando la presión atmosférica disminuye, la cápsula se expande y el puntero se mueve en la dirección opuesta.
Los barómetros aneroides se utilizan ampliamente porque son portátiles, compactos y fáciles de leer. A menudo se utilizan en estaciones meteorológicas, hogares y aviones.