Esto es lo que sucede cuando se aplica una fuerza de estiramiento a los metales:
1. Deformación elástica: Inicialmente, cuando se aplica una pequeña fuerza de estiramiento, el metal sufre una deformación elástica. Esto significa que el metal se estira o deforma de forma reversible. Cuando se elimina la fuerza, el metal vuelve a su forma y tamaño originales.
2. Deformación plástica: A medida que la fuerza de estiramiento aumenta más allá del límite elástico, el metal entra en la fase de deformación plástica. En este punto, el material sufre una deformación permanente. Los átomos del metal se desplazan y reorganizan, lo que hace que el metal se alargue y cambie de forma.
3. Cuello: A medida que se continúa aplicando la fuerza de estiramiento, comienza a formarse una región localizada del metal conocida como "cuello". Esta región experimenta un intenso adelgazamiento y se convierte en el punto más débil del metal.
4. Fractura: Finalmente, la concentración de tensión en el cuello alcanza un punto crítico, provocando que el metal se rompa o se fracture. El metal se rompe en el punto más débil, normalmente en el cuello.
El comportamiento de los metales bajo fuerza de estiramiento puede verse influenciado por varios factores, como la composición del metal, la estructura del grano, la temperatura, la velocidad de deformación y las condiciones ambientales. Algunos metales son más dúctiles y pueden soportar una deformación plástica significativa antes de romperse, mientras que otros son más frágiles y sufren una deformación mínima antes de fracturarse.